Muchos usuarios eligen el reductor para sus aplicaciones en función de la capacidad mecánica, el factor de servicio o idoneidad para la aplicación y el precio; sin tener en cuenta el consumo eléctrico que uno u otro reductor conlleva.
Eligiendo el modelo adecuado, seguro que pagará un poco más por el equipo, pero ahorrará la diferencia de coste en pocos meses, y al cabo del año ganará dinero con esta acertada elección.